¿Estás recién partiendo en las inversiones y te gustaría saber la diferencia entre un activo tangible y uno intangible? ¿O la importancia de diversificar tu portafolio? ¡Entonces lee este blog y encuentra las respuestas que tanto buscas!

En el mundo de las inversiones existen distintos tipos de activos, entre ellos los tangibles e intangibles. Los primeros hacen referencia a aquello que está disponible físicamente, tal como obras de artes, materias primas, divisas, entre otros. Mientras que el segundo tipo de activo, el intangible, son inmateriales, pero poseen un valor asociado a quien lo posea. Ejemplo de ello son los softwares, marcas registradas, patentes, NFT, etc.

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En este último tiempo los activos intangibles han ganado popularidad entre los inversores debido a sus características, en especial con la entrada de las monedas digitales, o criptomonedas, al mercado global. Sin embargo, es importante recordar que, si estas invirtiendo para alcanzar tu libertad financiera, debes diversificar tu cartera de inversión.

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Por ello, recomendamos no quedarse sólo con intangibles, sino que también optar por activos tangibles. Pero con aquellos que no flaquean con facilidad frente a las fluctuaciones del mercado, tal como lo es la inversión inmobiliaria, ya que dentro de todas las oportunidades de diversificación que hay disponibles en el mercado actual, la inversión en inmuebles es uno de los instrumentos financieros más fuertes.

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Fuerza de la inversión inmobiliaria

Los inmuebles como casas, departamentos, terrenos, entre otros, no sólo están físicamente presentes, sino que además cuentan con un factor importante: pueden ser arrendadas y/o vendidas en Unidades de Fomento (UF). Lo que implica que, a diferencia de otras unidades o divisas, es poco probable que su poder adquisitivo caiga ante la inflación. Por el contrario, su valor sólo sube ante dicha situación.

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Un ejemplo de ello es el valor de la UF en noviembre 8 del 2022 (34,680 CLP) y su valor un año después (36,453 CLP). Una diferencia de casi 2 mil CLP en doce meses.

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Además “a pesar de todos los riesgos evidentes, ha aumentado la demanda por arriendos, lo que se ha materializado en aumentos en los precios, confirmando la fortaleza de esta clase de inversiones” es lo que afirma un académico de la Facultad de Negocios de la Universidad de Chile para el Diario Financiero.

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A esto se le suma a que, debido a las diversas restricciones de las instituciones bancarias para otorgar créditos, no todas las personas son aptas para optar a un crédito hipotecario. Lo que, a su vez, les excluye del mercado inmobiliario, dejándoles como arrendatarios en vez de compradores. Dando como resultado condiciones ideales para quienes desean invertir en este tipo de activos.

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